Estas últimas semanas recibo llamadas de amigos preguntándome que opino sobre el bitcoin, ya que, coincidiendo con este fin de año, vuelve a dispararse su valor. Y es que el Bitcoin, como sabéis, está marcando records históricos cotizando por encima de los 23.000 dólares y subiendo. Y no es la única. Algunas criptomonedas relacionadas, como la binance coin (BNB) también se suman, lógicamente, a este despegue. BNB es la criptomoneda creada por Binance, uno de los exchange de criptos más populares por la amplia variedad de monedas que ofrece y a sus bajas comisiones por transacción. BNB se lanzó en una ICO en el 2017 y se podría considerar más estable que otras criptomonedas, ya que tiene el respaldo de una sola plataforma (Binance) que cuenta con una dirección pública. Pero volviendo al Bitcoin, en lo que va del año, la subida alcanza el 261%. La fuerte apuesta que han realizado los gestores de fondos por la criptomoneda ha sido uno de los impulsores del rally de las últimas semanas. No en vano, afirmaciones acerca de las políticas monetarias expansivas que están llevando a cabo los bancos centrales también tendrían mucho que ver. Como comentaba anteriormente, en estos tiempos en que los gobiernos y los bancos centrales están aplicando políticas de estímulo para contrarrestar la crisis económica generada por la pandemia, la oferta limitada de 21 millones de bitcoins puede ser vista como un activo seguro contra la inflación. Y un valor refugio como es el oro. También influye el mayor conocimiento de la tecnología blockchain sobre la que se sustenta, y la progresiva “normalización” y diversificación de los inversores ante la desconfianza que generan las políticas económicas en situaciones inestables, como la provocad por el covid-19. Si nos fijamos en la evolución, en enero la cotización de Bitcoin era de 3.702 dólares y no paró de crecer, alcanzando los 13.826 dólares en junio. Fijémonos en algunos otros factores que permiten explicar el aumento de la confianza en su uso: Mark Zuckerberg (Fecebook) solicitó la aprobación de la FINMA (la autoridad de supervisión del mercado financiero con sede en Suiza) para lanzar su moneda, en versión de “stablecoin”, para realizar envíos y pagos entre sus usuarios, tras su fallido primer intento hace más de un año. Este organismo gubernamental suizo supervisa bancos, compañías de seguros, bolsas de valores y operadores de valores, así como otros intermediarios financieros en Suiza. Otro factor es que PayPal permite la compra y venta de criptomonedas dentro de su plataforma. El CEO de PayPal, Dan Schulman, anunció que los usuarios de Estados Unidos podrán aceptar pagos con Bitcoin, Ethereum y otros criptoactivos. PayPal tiene más de 26 millones de clientes. Otras grandes corporaciones han comunicado su apuesta por las criptomonedas como medios de inversión, como Square Inc., Microstrategy y Grayscale. Como es lógico, el Bitcoin también tiene detractores y los más desconfiados siguen viendo las criptomonedas como un problema la gran incertidumbre regulatoria de los gobiernos, y observan una desenfrenada carrera especulativa que puede llevar otra vez al colapso, como a finales del año 2017 y principios del 2018.
Bitcoin en máximos
