Estrellas del deporte, inversores en startups tecnológicas

Durante un show televisivo americano, la ex estrella de la NBA Shaquille O’Neal, con el que pude enfrentarme en el Campeonato del Mundo de Toronto, en el año 94, explicó que cuando llegó por primera vez a Los Ángeles en los años 90, estando en el Hotel Four Seasons, estaba jugando con los hijos de otro invitado sentado en la mesa de al lado. El padre de unos de los niños le dijo: “Eres bueno con los niños, me gustas, voy a ofrecerte esta inversión “. Y le habló de Google. Le dijo: – “Sabes, en el futuro, podrás escribir en tu ordenador y en tu teléfono, buscar cualquier cosa, preguntar cualquier tema, etcétera. Deberías invertir en este proyecto”. Shack le hizo caso e invirtió. Seguramente hizo uno de los mayores negocios que podía imaginar. Desde entonces, O’Neal ha acumulado una cartera impresionante, que incluye inversiones en Apple, 24 Hour Fitness, Five Guys o Tesla entre muchas otras. O’Neal explicó en la televisión CNBC que su estilo de inversión era simple y que seguía esta regla: invertir en cosas que van a cambiar la vida de las personas. Sin embargo, las inversiones en tecnología estaban reservadas durante mucho tiempo a una determinada tipología de inversores especializados. Los deportistas tenían la imagen de no saber qué hacer con su dinero, y que sus asesores y managers los dirigían hacia inversiones más tradicionales que, además, les reportaran grandes comisiones. No se molestaban en sugerir inversiones tecnológicas complicadas.  A medida que los deportistas de elite se volvieron más conscientes de las oportunidades de inversión disponibles y con la maduración del ecosistema tecnológico, más avanzado en EE.UU. que aquí, la brecha entre los atletas y la tecnología se redujo. En Europa, en países como España, Francia, Italia, Grecia, Alemania o UK, es cada vez es más habitual ver como muchos futbolistas y deportistas apuestan por la tecnología y el deporte, preparándose para el día que les toque “colgar las botas”. Gerard Piqué, Álvaro Morata, Cristiano Ronaldo, Andrés Iniesta y muchos otros son ejemplos de cómo su talento también puede trasladarse a la empresa. Como ex deportista profesional que he sido y tras abandonar las canchas de juego, he aprendido de las experiencias vitales relacionadas con las tecnologías y las finanzas gracias a mis inquietudes como emprendedor e inversor. Como experiencia personal, tras estar más de 16 años en el mundo del asesoramiento y planificación patrimonial para deportistas y artistas en distintas bancas privadas, y posteriormente invirtiendo en startups a través de vehículos de inversión (Venture Capital), una de las ideas que me surgieron fue la de poder descentralizar y abrir la industria del deporte a todos los fans y seguidores. Nadie podía imaginar la situación de pandemia actual y las grandes transformaciones sociales que nos tocaría vivir. El teletrabajo y el incremento de las ventas on-line han acelerado su presencia y se han generalizado. Hace tres años decidimos fundar junto con otros tres socios, la fintech Globatalent, inicialmente como plataforma tecnológica web que ayudaba a financiar a jóvenes talentos deportivos y clubes utilizando la tecnología blockchain. Supimos pivotar, lanzando la app en ios y android  e introduciendo nuevos servicios como plataforma de pagos, convirtiéndonos en el “Neobank” del deporte, donde adquirir una tarjeta VISA digital gratuita, transferir pagos, obtener descuentos y conectar con todo el ecosistema del deporte mundial gracias a los numerosos acuerdos con grandes marcas del deporte, todo ello sin comisiones ni gastos “ocultos”, manteniendo nuestro “core business” de plataforma de financiación (a través de la “sports platform”). Pensamos que, en la industria del deporte, además de los jugadores, representantes, patrocinadores, sponsors, federaciones, etcétera, los seguidores y fans deberían ser parte activa de este negocio. Y también en que la compañía pudiera escalar hacia otros mercados que también conozco, como el del entretenimiento, el arte o la música. Por esto no era de extrañar que deportistas, ex deportistas o entrenadores invirtieran en nuestra compañía. Nadie mejor que ellos conocen el deporte desde dentro y su ecosistema global, además de tener los valores que les nos han llevado a estar en la élite durante muchos años. Javier Saviola, Rafa Jofresa, Nacho Llovet, David Navarro o Ricard Casas entre otros, no solo son inversores, sino que aportan talento a favor de una compañía donde las métricas, la escalabilidad, el equipo o la tracción son, como en todas las compañías tecnológicas, la parte más importante, igual que en los equipos deportivos de alto rendimiento. Actualmente admitimos inversores que nos acompañen en este proyecto y que aporten valor a la compañía, cuyo objetivo no es tener grandes multiplicadores a corto plazo, sino que como decía Shackille O´Neal, es intentar transformar la vida de las personas, en nuestro caso, la experiencia de los aficionados y los amantes del deporte y la tecnológica. Como decía anteriormente, ejemplos concretos de deportistas americanos, en un mercado más maduro, como Carmelo Anthony, Stephen Curry y Lance Armstrong invirtieron respectivamente en Lyft, Pinterest y Uber, mientras que Andre Iguodala fue inversor en Zoom, Jumia y PagerDuty. La estrella de la NBA Carmelo Anthony fundó en el 2013 “Melo7 Tech Partners” con Stuart Goldfarb, ex presidente y director ejecutivo de una corporación multimillonaria y miembro de la Junta Directiva de la WWE. Melo7 Tech Partners invirtió en más de 30 empresas de tecnología en etapa inicial y, 6 años después, el fondo realizó 12 salidas con multiplicadores por encima de los tres dígitos. Serena Williams lanzó su fondo de capital riesgo Serena Ventures, que ha estado invirtiendo desde 2014 en empresas en etapas iniciales lideradas por mujeres y personas de color, y aquellas que valoran la creatividad. Williams se asoció con la ex administradora de activos de JPMorgan, Alison Rapaport, para supervisar las actividades de inversión y a día de hoy ha invertido en más de 60 empresas, como Impossible Foods (alimentos de plantas), Mayvenn (plataforma de estilistas), o el Daily Harvest (entrega de comida). Los ex campeones de la NBA Andre Iguodala, Stephen Curry y Kevin Durant terminaron jugando para los Golden State Warriors, en el Área de la Bahía, lugar de nacimiento de Silicon Valley y sede de algunas de las empresas de tecnología más grandes del mundo, como Apple, Google o Facebook. Iguodala, Durant y Curry han estado muy activos en el ecosistema tecnológico desarrollando relaciones con los referentes del capital de riesgo como Ben Horowitz, participando y hablando en importantes eventos tecnológicos como TechCrunch Disrupt y, más recientemente, en el lanzamiento de la Players Technology Summit, que se lleva a cabo durante 3 años. Yo mismo he participado en eventos de Startup Grind en Redwood City, cerca de Palo Alto, en San Francisco, como “chapter director” de Startup Grind Andorra, con mi partner de Barcelona, Alex Rodríguez Bacardit. Kevint Durant fundó Thirty Five Ventures en 2016 con su socio Rich Kleiman, ex agente y cofundador de Rock Nation Sports, y ha sido un inversor muy activo. Invirtió en más de 30 startups con acciones en algunas de las mejores, incluidas Coinbase. A través de Thirty Five Ventures, Kevin Durant tuvo su primera salida con Grove (planificación financiera) y también le está yendo muy bien con otras inversiones como con su participación en Postmates que, según los informes, ya se ha multiplicado por 10. Curry fundó SC30 Inc en 2017 con un ex compañero de equipo y un graduado de Stanford, Bryant Barr, y se suma a los atletas que se dan cuenta de sus primeros grandes “exits” este año con Pinterest. Curry también invirtió TSM (organización de deportes electrónicos), CoachUp (entrenamiento deportivo), Team SoloMind (plataforma de juegos), Brandless (comercio electrónico), Hooked (entretenimiento por chat), Slyce (plataforma de automatización de marketing).) y SnapTravel (mensajería de ofertas de hoteles). Andy Murray, en Londres, se asoció con Seedrs, una plataforma de financiación colectiva de acciones, y ha realizado más de 30 acuerdos desde que comenzó en 2015. Murray invierte principalmente en nuevas empresas tecnológicas relacionadas con la salud y el bienestar, la nutrición o incluso los perros. Según se informa, trabaja con un equipo de asesores para evaluar sus oportunidades de inversión. Como resumen, pienso que los deportistas y las startups son una gran combinación. Disponen de liquidez, capacidad de diversificación y la fuerza de su imagen y llegada a todos los mercados. Con la tecnología extendiéndose, los deportistas deben saber usar su influencia para agregar valor a algunas de las verticales tecnológicas más populares, como las compañías fintech, los e-Sports, el streaming, la salud y estilo de vida, la tecnología médica o tecnología deportiva entre muchas otras, además de saber planificar su futuro en los campos que más les apasionan.